28 noviembre 2008

LEY DE VIDA

Nunca nadie dijo que la vida era fácil, pero tampoco hubo quien dijese que era difícil. La verdad es que, despues de muchos años - o no tantos. es relativo - hay que ir descubriéndola pasa a paso. Uno nunca se plantea que su hijo se tenga que ir a trabajar fuera hasta que se va y notas su cuarto vacío una ausencia que sólo llenaba él, con sus cosas buenas y malas, estaba contigo dándote disgustos o alegrías. Al final, por ley de vida, sigue su destino.

Posteriormente, cuando tu hija mayor decide vivir su vida de forma más independiente de lo que lo hacía hasta ahora, notas un hueco todavía mayor, que también te sorprende, pero que duele un poquito más porque ella, o él, la nayor ha sufrido tus equivocaciones, esas que queriendo ser buen padre no los has conseguido ser. Un día descubres otro hueco en tu vida, la casa un poco más limpia. pero más vacía. La ves que se va feliz, con la ilusión del que empieza una nueva vida y uno sucumbe ante la idea de que lo que pesaba dos kilos y medio y medía medio metro ahora es una mujer que se va, que hace lo mismo que tu hiciste hace mucho tiempo siguiendo las leyes de la vida.

Sólo me queda desear felicidad a mis hijos tras concederles el derecho de acertar o errar, en cuanto a su padre, esperar que, de vez en cuando, le dediquen un pensamiento o, mejor aún, un sueño.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes el síndrome del nido vacío, amigo Lufer. De manual. ¡Je,je,je! ;)

Anónimo dijo...

Pero eso por mucho que se repita y nos suene en los oidos...la verdad es..que la vida hay que vivirla al momento, es lo único que tenemos seguro...

He venido a saludarte amigo..a desearte que estés bien y decirte que de los amigos uno/a nunca se olvida...aunque nos veamos poco,...y a través de cables, ondas o lo que sea..

un beso amigo..Lola

Anónimo dijo...

Es ley de vida, Luis Fernando. Tú lo has dicho. Quizá, como le escuché una vez a Boadella, deberíamos de aprender de los animales, que les dejan hacer su vida en cuanto saben valerse por sí mismos.

Anónimo dijo...

seguro que los seguirás teniendo a tu lado,..y hasta dirás de vez en cuando ..!bien podrían irse ya a su casay dejarme descansar un poco!!..cuando tengas los nietos pegando botes por los sillones o enganchándose de las cortinas!..te rompan el periódico que estás leyendo..o o se te pongan a llorar a duo...

y para que decirte cuando te los dejen de noche porque ellos tienen cena o reunión de amigos...

jajaja...

un abrazo

LUFERURA dijo...

Estimada Lola lo malo de lo que dices es que uno está en esa edad en que es todavía joven para ser abuelo, pero viejo para ser padre.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Por mucho que los padres nos mentalicemos que hemos de enseñar a nuestros hijos a volar,creo que siempre deseamos que no llegue la hora.

A mí aún me quedan unos años de tener la casa más sucia, de escuchar una flauta malsonante y de batallar con el típico: ¿por qué no me lo compras?

Y deseo disfrutar cada día del regalo que es compartirlo junto a ese metro y medio que ya le despunta el bigote y me tiene sorbido el seso.

Entiendo tu vacío.

Besos

Anónimo dijo...

Querido Luferura,

He de comentar que, en mi opinión, la felicidad no existe. Sí el bienestar y la alegría momentánea, pero no la felicidad. El hombre es el único ser racional que la busca incansablemente...

Un abrazo