17 julio 2016

MÁS QUE MERECIDO.

Les invitaría a leer la editorial que publica hoy elpais.com que se titula "Que se vayan todos" en él se llega a la conclusión de que los españoles no nos merecemos a nuestra clase política y que si son incapaces de lograr un acuerdo deberían irse. No sería la primera vez que leo este comentario, también lo he oído y admito haberlo compartido. Los españoles no nos merecemos a nuestra clase política, y somos capaces de decirlo como si nuestros políticos no fuesen un producto de la sociedad que formamos. Me duele estar equivocado cuando he compartido esta idea, pero al final llego a una conclusión: nos merecemos la que está cayendo.

En todo caso, si nos analizamos con la calma necesaria, y sin mucha pasión, descubriremos que sus capacidades políticas no son más que un reflejo de nuestras capacidades sociales. Para muestra un botón: ¿son los concursantes de master chef una representación de la sociedad española? debemos admitir que si.También debemos admitir que ante sus cualidades, no culinariamente hablando, nos merecemos a nuestra clase política..

Tras ver las reacciones a la muerte del señor Victor Barrio en una plaza de toros, ¿pueden considerarse como una excepción? en mi opinión no lo son, demuestran la existencia de un grupo, que como nuestros políticos, son capaces de justificar cualquier cosa con tal de lograr un fin. Posiblemente Hitler fuese tan animalista como ellos y posiblemente se merezcan un dirigente como él. Pero seguro que se merecen, sobradamente, los políticos que nos representan.

No son solo nuestros políticos los que andan detrás de un pelotazo, o detrás del oportunismo. Tampoco son ellos los que se pegan al aparato de televisión a consumir el "Sálvame" en cualquier formato o el "Gran Hermano" de turno; somos nosotros. Igual que somos nosotros los que los hemos votado. Somos nosotros los que nos lo merecemos.porque no nos exigimos ser un poco mejores, por que, políticamente, pensamos que el botellón es suficiente. Nos lo merecemos porque no somos capaces de cortar tajantemente una discusión; porque no sabemos percibir el dolor ajeno; porque, como los tahures , vamos a sacarle el dinero al que más pierde y no al que más gana; porque nos gusta matar a la gallina de los huevos de oro; porque somos donantes por obligación y receptores por vocación. Porque hemos votado con el mayor beneplácito a una retahíla de vividores y no nos hemos planteado que hacer para exigir que ellos hagan lo que deben de hacer: gobernar.

Perdónenme, nos merecemos con creces esta clase política y las desgracias que acarrea. 


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