La situación de Cataluña en España está llegando a un absurdo trágico, ahora todos van muy deprisa y, como suele ocurrir en estas ocasiones, las cosas se hacen mal. Pero en este hacer mal se da el caso de que se está estirando una cuerda que va a acabar rompiéndose ya que nadie está dispuesto a ceder. Y es que, permitanme la comparación, la cuerda es lo que nos mantiene unidos, si la cuerda sigue intacta podrá haber un diálogo en vez de una confrontación.
Está claro que la solución pasa por modificar la Constitución, pero no reconociendo en ella particularidades, la Constitución debe ser un elemento igualador que define derechos y deberes comunes y no sancionar diferencias. La Constitución admite que España tiene nacionalidades y esto debe ser suficiente, tras muchos siglos el ser humano no ha podido definir claramente el concepto de nación y creo que no lo debemos hacer los españoles en un documento legal. Otra cosa es que la Constitución contemple la divisibilidad de España y en qué condiciones debe producirse. De esta forma España debería ganarse el aprecio de sus ciudadanos día a día, y demostrar a todos los españoles que estamos mejor juntos que separados sería una constante que no se debe dar por supuesto.
Desgracidamente nuestra clase política ignora y descarta el establecimiento de una política nacional, simplemente no se construye, no hay una posición de España frente a un problema, simplemente la definición de la posición de un partido frente al mismo, y no hay más que una posición de revanchismo por parte de otros partidos: "cundo yo mande voy a anular esto" y es que el planteamiento de los problemas está siendo muy clara: no hay conciencia de ser español y de lo que es España. Cuando hablamos del problema de España y Cataluña, estamos hablando de la relacción entre lo catalán y lo no catalán. No podemos hablar entre lo catalán y lo español porque no hay un sentimiento de ello.
Pero esta es la constante, como en España todo el mundo tiene sus matizaciones somos incapaces de entender de la misma forma un cosa simple, es más, aun diciendo que somos un estado de derecho, se han tomado decisiones dando la espalda a las leyes, obviandolas o ignorádolas. Y así la cuerda se ha tensado...
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