15 mayo 2011

ANDANZAS DE REQUEJO EN LAS TIERRAS DE ZAPATERO

Soy consciente de que he estado algún tiempo por ahí.

Me encontré con un internet diferente: iba dando una vuelta y me descubrí mirando con curiosidad un escaparate, se me antojó que lo que estaba viendo era como la portada de la página web de una tienda que exponía al público de la forma más atractiva lo mejor de su género. Mi paseo prosiguió y el mundo que me rodeaba me parecía una traslación del mundo virtual. Diferentes lugares de chateo que se llaman bares ó cafeterías, más escaparates, exposiciones incluso algún músico, en algunas ocasiones bueno. El mundo real no difiere en gran cosa del virtual.

Pero el virtual consuela más, resulta más fácil hablar desde la distancia, si das tu opinión a través del teclado nadie lo tomaría como una intromisión y posiblemente nadie estuviese dispuesto a compartir una caña de cerveza o el vermuth con un desconocido que contrastase opiniones. Va a resultar que va a ser más fácil hacer amigos a través de un monitor que en una sala de exposiciones, donde sabes que los visitantes han acudido al mismo reclamo y que posiblemente compartirán los mismos gustos. Sin embargo no cruzamos una palabra con ellos. Más tarde acudimos a nuestro blog, ponemos una foto de lo que más nos ha gustado y decimos "Yo estuve allí...", poco más tarde alguien nos dice "yo también lo ví", y comprobamos que hay como un "nexo" entre nosotros.

Pero luego nos damos cuenta que el nexo virtual y placentero en la red en la vida real corresponde a una persona con cara de vinagre que se interpuso entre un servidor y el objeto de su consideración, o es aquella persona que me afeó que me acercase tanto dado que no le dejaba ver.

Y luego me descubro en el blog dando unas recomendaciones para apreciar mejor algo que luego, en el terreno, no encuentro valor para decir. Así que me pareció que tenía que salir del refugio del mundo virtual.

Vuelvo con otro ánimo, todos los días he escrito algo en un cuaderno, pero a mano y con plumilla. Puedo decir que he mejorado, no mucho, mi caligrafía. Y también puedo decir, con cierto orgullo, que he compartido estas reflexiones en el mundo real antes que en este blog.

2 comentarios:

Fernando Solera dijo...

Lo importante de la red es que nos une, Luis Fernando. Pero eso sí, jamás debemos de perder de vista que estamos contactando con personas de carne y hueso, aunque a menudo se nos pueda olvidar este dato tan trascendental.

Un abrazo.

armando alonso dijo...

Yo también he estado desconectado del mundo virtual dos semanas. He estado disfrutando del mundo real dándome un garbeo por el Pais Vasco primero y luego por la Selva Negra alemana. El mundo real es, en mi opinión, precioso. Y además, a mí si me proporciona oportunidades de intercambio de ideas con otras personas.
Sin embargo, el mundo virtual me parece inmenso y lleno de posibilidades de intercambios de ideas. Aunque no llegue a conocer físicamente a mis contertulios, aprendo constantemente de todos vosotros. De vuestras experiencias, de vuestras opiniones, del contraste de ideas, ... ... . Y como dice Fernado Solera, detrás siempre hay una persona.
Un abrazo.