Pues todavía recuerdo a los artistas del "no a la guerra". Esos activistas con cara de compromiso capitaneados por Pilar Bardem que pedían la paz con desesperación. Que han adoptado un compromiso de "izquierdas" disfrutando las comodidades de la derecha. Y que protestan en aquellos lugares en que están amparados por una tolerancia que va contra todos los derechos. Al final confunden principios con compromiso político y demuestran su valor cubiertos por un falso compromiso. No he visto que digan a ETA basta ya, pueden perder espectadores o incluso pueden ser amenazados, y es que cuando su compromiso por hacer de este un mundo mejor puede afectarles negativamente se acabó el compromiso y las actitudes de cara a la galería. Debo admitir que son buenos actores.
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Con el caso de la señora Aminatu Haidar han vuelto a la palestra, demostrando un apoyo más teatral que efectivo. Y es que el compromiso se demuestra comprometiéndose y no saliendo ante las cámaras. Seguramente su presencia resultase más efectiva para la causa en Marruecos que en España, y seguro que sus protestas se oirían más allí. Pero es que ahí puede ser más peligroso, no conecen a Pilar Bardem y el espectáculo puede terminar en tragedia. Y es que la pandilla del "no a la guerra" se empeña en hacer operetas de tragedias.
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Se hace un brindis al sol cuando se exige a alguien lo que no puede dar, cuando se ofrece lo imposible sabiendo que no va a poder ser aceptado, y para ello se toma una pose solemne. Y así van nuestros actores: haciendo brindis al sol, haciendo de sus exigencias un espectáculo en España, que es en el único sitio en que puede apreciarse. Y protestando sin alternativas ni soluciones.
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3 comentarios:
Si te das cuenta, amigo Lufer, los actores que hacen estas pantomimas son aquellos que llevan años, algunos décadas enteras (caso de Pilar Bardem), de sequía profesional. Ya que no curran, en algo tendrán que ocupar el tiempo. Mejor eso a que actúen en otra película sobre la Guerra Civil española o en otra almodovarada con éxito de crítica (por ser vos quien es) pero fracasada en taquilla.
Los titiriteros son una pandilla de apesebrados que se apuntan a un bombardeo, siempre y cuando no salgan perjudicados por él, claro está. Es difícil encontrar a gente más interesada, pues se arriman a determinadas causas única y exclusivamente por interés. Son, en definitiva, unos filántropos de pacotilla.
Evidentemente, solo son eso, actores. En este caso interpretan el papel del activista soliviantado. Otra cosa muy distinta es el convencimiento de la idea del papel que han asumido en esa representación.
En mi opinión, ya no engañan a casi nadie. Están sobreactuando; son siempre la misma comparsa; tienen siempre el mismo guión, el mismo director o directora (según los casos) y pretenden siempre lo mismo: estar en el "candelabro", como decía la inefable Sofia Mazagatos.
Un abrazo y Feliz Navidad.
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