26 julio 2009

EN CLAVE DE PODER

La verdad es que no sabría decir quien es el culpable de este, nuestro tercero, pecado capital. Posiblemente sean los entendidos, muchos de ellos en la prensa, que hacen sus análisis considerando que un gobierno o partido no tiene más objetivo que perpetuarse. Quizás son, una vez más, nuestros padres de la patria que así lo hacen y por eso cualquier acción del gobierno no tiene más fin que reafirmarse y cualquier acto de la oposición no tiene otro propósito que socavar al gobierno.
.
Y es que ya nadie supone que alguien gobierne por el bien común o que se debata por buscar una opción mejor. Todo se hace en clave de poder, y el poder se ejerce en beneficio propio, que esto se haga es malo, que lo supongamos y lo demos por hecho peor. Y es peor porque no es más que el reflejo de nosotros mismos y de lo que estaríamos dispuestos a hacer en caso de que tuviésemos esa responsabilidad.
.
Lo que si es verdad es que nuestra sociedad ha quitado el altruismo de las ideas y el filantropismo de los actos. Se exige al estado y a la administración sin que cada uno de los miembros de la sociedad llegue a exigirse nada a si mismo. Puestos así, el estado se atribuye el papel de garante y no el de ayudante, hace el trabajo a los ciudadanos en vez de ayudar a los ciudadanos a hacer su trabajo, es un conseguidor en vez de un apoyo. Al fijarse los objetivos sociales, pierde sus objetivos de gobierno y limita a la sociedad. Y todo ello con el fin de tener a todos contentos para seguir gobernando sin problemas.
.
Quizás estos nuevos análisis hacen que la función del estado sea tenernos contentos y no ayudarnos a ser algo mejores... pero, en fin, eso le beneficia.