Nos convoca para el reto juevero nuestro amigo Marcos desde su blog “Marcosplanet” que en esta ocasión se llama cómo salir del atolladero. Se trata de poner a nuestro protagonista en una situación límite y hacerle salir de ella. La verdad es que 350 palabras para meter a un personaje en un lío y sacarle de él es ya una situación límite a la que me enfrento. A ver cómo salgo de ella con esta aportación....
El cuento del atrapado.
Había vuelto a poner la ficha sobre el número cuatro, la bola de la ruleta se había vuelto a parar en un número diferente. Había perdido ya su dinero, el dinero que le habían prestado, el que había sableado a sus amigos y el que había obtenido de malvender sus propiedades. El casino se había convertido en su casa, cuando dormía lo hacía en su coche, un breve instante y vuelta a las mesas de ruleta que eran una sangría continua.
Sus acreedores le acompañaban y constataban la pérdida de sus préstamos, de cuando en cuando le recordaban lo que les debía y le recomendaban que se dedicase a trabajar, que le facilitarían la devolución, pero él seguía con la idea fija de ganar un supuesto dinero fácil. Esos acreedores, y también sus amigos, entendían que “darle una lección” no tenía ninguna utilidad, comprendían que solo había una forma de recuperar lo que le habían prestado.
Sólo le quedaban dos fichas, todas sus esperanzas quedaban reducidas en esas dos piezas de color con un número. .Alargó una de ellas de nuevo al cuatro pero la retiró antes de que el “croupier” anunciase el “no va más”. Repentinamente había decidido no jugar más a la ruleta.... y se dirigió a una mesa de cartas. Veía en esta mesa la salida del atolladero en el que estaba sumido, pidió cartas apostó las dos fichas que le quedaban y perdió,
En el momento que perdió las dos fichas se sintió asido por dos fortachones que le sacaron del casino.
Se recuperó en una habitación vacía y diáfana. Allí estuvo encerrado, sin poder hablar con nadie excepto consigo mismo. Comprendió que el juego era su atolladero y que había absorbido una vida que tenía que recuperar. Salió de la habitación sin que ninguna persona coincidiese con él pero ya transformado.
Actualmente trabaja, está bien considerado en la empresa y en el ambiente de su profesión. Todos saben que su pasado le pesa como un baldón y tanto él como los demás saben que lo que le queda de vida estará pagando lo que debe...
Que história bem contada essa e o cício do jogo pode ser a ruína de muitos. Que bom que ele se recuperou, mas as dpividas ainda o aconmpanham...
ResponderEliminarGostei de ler!
beijos, chica
Hola Chica,
EliminarMuchas gracias por el comentario, y es verdad el juego es la ruina, hay quien vive de él, pero por mucho dinero que gane acaba perdiendo el alma, el que no puede vivir de él acaba muy mal. Si se trata de apostar el juego puede ser de todo menos juego.
Un saludo.
Olá Chica,
Muito obrigado pelo seu comentário. É verdade, o jogo é uma receita para o desastre. Algumas pessoas ganham a vida com isso, mas não importa quanto dinheiro ganhem, acabam perdendo a alma. Aqueles que não conseguem ganhar a vida com isso acabam em uma situação muito ruim. Quando se trata de apostas, o jogo pode ser tudo, menos um jogo.
Atenciosamente.
Bom.dia de Paz, amigo Luferura
ResponderEliminarExcelente abirdagem. O vicio é um atoleiro de primeira.
Feliz quem se liberta de jogos de azar.
Um bom enredo de atoleiro.
Tenha dias abençoados!
Abraços fraternos
Hola Roselia,
EliminarLa verdad es que si se trata de entramparse el juego es una de las mejores maneras de hacerlo. Muchas gracias por tu comentario.
Un saludo.
Olá Roselia,
A verdade é que, se o objetivo é se envolver no jogo, esta é uma das melhores maneiras de fazê-lo. Muito obrigada pelo seu comentário.
Atenciosamente.
Es terrible. Un beso
ResponderEliminarUna adicción que, como todas, te puede llevar a lo más bajo.
EliminarUn saludo.
Has escrito una partida de blackjack con la vida.
ResponderEliminarEn las pocas palabras que exige el reto, conviertes el casino en infierno personal y la deuda en salvación.
Y lo haces con la frialdad de un croupier... y el latido de un redimido.
El arranque como apuesta perdida "Había vuelto a poner la ficha sobre el número cuatro..."
¡¡El cuatro!!
No es número.
Es talismán roto.
Y la bola: siempre en otro lado.
Eso es destino con eco.
El casino como hogar y tumba "dormía en su coche, un breve instante y vuelta a las mesas"
Sangría contínua.
No juega.
Se desangra.
Eso es adicción con olor a moqueta.
Los acreedores como coro griego "darle una lección no tenía utilidad"
Solo hay una forma.
No es violencia.
Es secuestro redentor.
Eso es mafia con corazón.
El giro en la mesa de cartas "se dirigió a una mesa de cartas... pidió cartas apostó las dos fichas y perdió"
¡El último farol!
No es cambio.
Es última bala.
Y pierde.
Pero gana.
La habitación vacía como bautismo "Se recuperó en una habitación vacía y diáfana... ya transformado"
DIÁFANA.
No es celda.
Es útero.
Sale sin hablar con nadie... excepto consigo mismo.
Eso es resurrección silenciosa.
Saludos Luferura, muchas gracias por participar.
Hola Marcos,
EliminarSiempre es un placer participar, muchísimas gracias por el comentario, que como siempre es un plus que le da calidad al post. También añadiría al final una penitencia que pagar el resto de su vida.
Un saludo.
Es muy triste tenerse que ver en esa situación , donde el juego te consume, hasta el último aliento . Hasta que no tocas fondo, parece que siempre esperas salir de ese atolladero. Al menos el escarnio le sirvió para que se forjara un futuro mejor. Un abrazo.
ResponderEliminarEs lo que tienen las adicciones uno pierde el control de todo y. de alguna manera, lo acaba pagando el resto de su vida.
EliminarUn saludo
Hola LUFERURA, tu protagonista tuvo la suerte de poder salir del juego y pagar sus deudas; yo conocí un caso hace muchos años de un vecino que perdió todo por el juego, pudo estar muy bien económicamente, pero murió pobre y repleto de deudas,
ResponderEliminarMe gustó mucho tu historia y sobre todo que tu protagonista se redimiera.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Hola Patrica,
EliminarLo que muchas veces empieza como entretenimiento acaba siendo vicio. Yo he conocido a los que tienen un sobresueldo por el juego. Acaban siendo gente sin alma sabiendo que despojan de todo al que pierde.
Un saludo.
Imagino que la ludopatia debe ser terrible de vencer, al igual que el alcohol o las drogas, el vicio del juego atrapa y somete la voluntad de las personas de tal forma que suele acabar con sus vidas. Muy dolorosa historia aunque con final de superación. Un abrazo
ResponderEliminarCreo que la adición al juego resulta más fácil de superar que otras, pero como en todas el último en identificarla es el que la padece. No hay finales felices ya que todas dejan marcas y, de alguna forma, ya te conocen y siempre hay tentaciones.
EliminarUn saludo.
Sorpresa te da la vida, la vida te da sorpresas... sólo una oportunidad basta, sólo una más.
ResponderEliminarHola Rodrigo (¿Gustab?) Como muy bien dices una oportunidad basta, pero hay que saber aprovecharla.
EliminarUn saludo
Una historia que a medida que avanza te sumerge en el infierno que está sumergido el protagonista que a través del juego quiere llenar un vacío emocional, se mete en deudas con amigos y prestamistas.
ResponderEliminarAl final personal del casino lo sacan del lugar. Por suerte reflexiona que el juego era su atolladero que había desperdiciado su vida jugando.
Por suerte logra salir de su adicción al juego y consigue un trabajo para pagar las deudas que contrajo de su vida de jugador.
Que tengas un buen día
Abrazo
Hola Ezequiel,
EliminarMuchas gracias por la crítica y el comentario. Desgraciadamente seguirá endeudado el restos de su vida.
Un saludo.
El juego es una trampa atractiva de la que cuesta salir. Y puede llevar a tener deudas difíciles de pagar.
ResponderEliminarY además están lo virtual, los sitios de juego, usadas por adolescentes.
Así que es un cuento para que lo lean todos.
Saludos.
Hola Demiurgo. Efectivamente, y hay quién cree que el azar existe en lo virtual. Muchisimas gracias por el comentario.
EliminarUn saludo
Es una adicción jodida.
ResponderEliminarNo se sale tan rápido cómo el protagonista lo ha hecho. Y lo peor son ñas consecuencias a largo plazo.
El alcohol y el tabaco son físicos pero si los controlas a corto puedes mantenerte. Aquí ya tienes deudas parea los restos. Eso sí no pierdes la casa y la familia.
Abrazooo
Como todas la adicciones, Efectivamente que no se sale tan rápido, si nos damos cuentas hay multitud de invitaciones a apostar a nuestro alrededor. Y tienes toda la razón en que puedes perder todo en un memoento y estar pagándolo toda la vida.
ResponderEliminarUn saludo
Desde luego el juego es un verdadero atolladero. Muy bien contado.
ResponderEliminarMuchas gracias Tracy, en realidad cualquier adicción es un atolladero.
EliminarUn saludo
Olá Luferura
ResponderEliminarAinda bem que conseguiu sair da enrrascada embora tenha que acabar de saldar as suas dívidas.
Pobre homem!
Um grande abraço
Verena
Hola Verena,
EliminarTienes toda la razón, con la salida de la adicción sigue habiendo problemas que solucionar
Muchas gracias por el comentario.
Un saludo