25 junio 2011

LA VERDAD DEL BARQUERO

Hoy el señor Peces-Barba deja caer en las páginas de opinión de elpais.com un artículo titulado "Un balance electoral y algunas ideas", en él intenta explicar el nuevo panorama que se presenta en la vida política y social española: ni una palabra contra los nacionalistas, algunas reprimendas a los indignados, reproches para el PP y justificaciones para el PSOE. Intentando decir que el panorama ha cambiado resulta que todo sigue igual. O sea que, independientemente de la situación, mantenemos los mismos argumentos.

La verdad es que el presidente ha demostrado lo mismo que durante siete años y medio, ser incapaz de aglutinar a las fuerzas políticas en un proyecto nacional. También es cierto que la oposición ha demostrado más cainismo que construcción y ser más enemiga del partido en el poder que leal a los españoles que dice defender. Ambos han demostrado ser más proclives a la negociación con los nacionalistas que con los que se deben interesar por el estado global. Ha nacido una corriente social, los indignados - en mi opinión corifeos de IU - que hacen tambalearse el cumplimiento de ciertas leyes, ya que ponen en duda la reprensentatividad de los votados, se atribuyen el conocimiento de lo que es la democracia real y creen que la mejor manera de llegar a unos objetivos es la coacción. El germen del totalitarismo está sembrado.

Aunque todos dicen que es un movimiento a tener en cuenta, que no es una moda, ninguna de sus propuestas se ha tenido en cuenta ni está siendo sometida a un debate. Y creanme que es urgente anular esa norma que dice que cuando un banco se queda con tu piso todavía debes seguir pagando un préstamo. Creo que el riesgo de un préstamos debe ser asumido por el deudor y el acreedor, ambos deben tener claro en la empresa que emprenden.

Y es que los políticos se muestran incapaces de asimilar tanto las victorias como las derrotas, ignoran que la vocación de un político debe ser la gestión de una nación y el bienestar de la sociedad, por contra siguen viviendo su particular guerra de bandas.

24 junio 2011

SUITTE ESPAÑOLA

Por más noticias que leo últimamente no logro animarme. Me da la impresión de vivir en una España nominal, una nación que vive en un equilibrio inestable entre tendencias económicas, políticas, aspiraciones y personalismos. Algo parecido a una caída controlada, algo que está lejos de ser una travesía gobernable. En medio de una deuda los nacionalismos sobornan a un presidente que, lejos de encontrar ayuda en otros españoles, obtienen beneficios que robustecen sus aspiraciones.

España se desarma entre acusaciones que cada vez nos salen más caras a los votantes, España es cada vez menos patria y más mercado, España no ilusiona, por contra nos acercamos cada vez más a la afirmación de Unamuno: "Me duele España".

Y los españoles, que somos los que tenemos que hacer España, cada vez somos más exprimidos e ignorados por políticos e indignados. Cada vez somos más pobres para hacer a los nacionalistas menos españoles y para mantener un estatus del que sólo se benefician los mismos.